OTRA OBRA DE LA FUNDACIÓN RETOÑO

El centro gratuito de gestión privada tiene 8 salones, comedor, gimnasio y 3 laboratorios.

El liceo cuenta con cancha de fútbol, otra de básquetbol y salón de actos.

Quedó inaugurado oficialmente ayer el Liceo Espigas, ubicado en Avenida de las Instrucciones y Belloni, en el barrio Puntas de Manga. Se trata de una institución gratuita, de tiempo completo, y equipada con la más alta tecnología en materia educativa.

El proyecto fue financiado íntegramente por la Fundación Retoño, una organización sin fines de lucro creada por la baronesa Nina von Maltzahn en Vaduz, capital del Principado de Liechtenstein.

El principal objetivo del instituto es brindarle mayores oportunidades a los jóvenes que se encuentran en zonas de contexto crítico. Para ello, a través de métodos educativos innovadores y de instalaciones muy confortables, se busca motivar a los estudiantes para prevenir la deserción liceal y la situación de calle.

La primera generación de estudiantes que comenzaron primer año de liceo en marzo, está compuesta por 76 alumnos distribuidos en tres grupos. A todos ellos se les proporciona los uniformes y los útiles necesarios para cada asignatura.

En el lugar, además de las clases curriculares, se les da el desayuno, el almuerzo y la merienda en un gran comedor. A través de un sistema tipo bufete, los estudiantes pueden servirse su propio menú.

Instalaciones

La construcción del liceo, ubicado en un predio de 10 hectáreas, abarca aproximadamente 2.500 metros cuadrados.

En el interior, además de las aulas —que están equipadas con pizarrones inteligentes (táctiles)— los alumnos cuentan con laboratorios especiales para las clases de biología, química, física y robótica, y un salón para clases de música.

Cada uno de ellos está equipado con tecnología de última generación y las instalaciones son muy funcionales. Un ejemplo de ello son los asientos del laboratorio de química, que fueron especialmente creados para que los alumnos, en caso de que algún líquido se derrame, puedan pararse rápidamente y evitar cualquier daño físico. En caso de que alguno de los jóvenes se quemara, o parte de la vestimenta se prendiera fuego, hay en el aula una ducha especial contra ese tipo de accidentes: mediante una bomba, lanza un chorro de agua fuerte.

Los estudiantes ingresan al instituto a la hora 7:45 y entonces se les brinda el desayuno. A las 8:00 comienzan las clases curriculares que terminan a las 16:00.

Una vez que los jóvenes toman la merienda, reciben una serie de talleres optativos, ya sea de música, deportes, recreación o en la biblioteca con estudios dirigidos. El predio cuenta con una cancha de fútbol y otra de básquetbol.

Otros proyectos

La mayoría de los liceales que asisten al Espigas formó parte previamente del proyecto educativo «Simiente» —también creado por Fundación Retoño.

El mismo incluye cursos complementarios a fin de fortalecer los aprendizajes de los estudiantes de 5° y 6° de primaria, a contra-horario de su concurrencia a las escuelas de la zona.

El objetivo de esos cursos es justamente preparar a los jóvenes (que fueron seleccionados a través de un sorteo) para su ingreso en el Liceo Espigas.

En el mismo predio de 10 hectáreas, la Fundación Retoño tiene el «Centro Educativo Espigas», que fue inaugurado en el año 2005.

Considerando tres proyectos de carácter social (CAIF, Club de Niños y el anteriormente nombrado Simiente) dicho centro atiende a un total de 514 niños de 0 a 12 años de edad, y a mujeres embarazadas.

Allí, entre otras cosas, se les ofrece apoyo educacional complementario, y a los padres de los niños que asisten a esos proyectos se los apoya con talleres de formación en diversos oficios, de forma de ayudarles en su inserción laboral.

En 2010 ya se había erigido en el mismo predio un edificio destinado a consultorios de primer nivel en asistencia médica y odontológica para atender a los niños y sus familias.

Primer mundo

Amplios salones, ambientes equipados con la última tecnología y una construcción moderna y funcional con accesibilidad universal, son los elementos que caracterizan las instalaciones del Liceo Espigas. La baronesa Nina von Maltzahn (en la foto con un pañuelo verde en la mano), de origen estadounidense pero criada en Suiza, vivió durante 12 años en Uruguay. Durante la inauguración recorrió las instalaciones junto al director del Instituto, Ernesto Egaña, y la ministra interina de Educación y Cultura, Edith Moraes.

FECHA: 20/05/2016

MEDIO: El Pais